-Mamá, quiero ser siempre pequeña ¿sabes?
- ¿ah.. si? ¿Y por qué?
- Para ser siempre feliz..
- Pero los mayores también lo son, cariño
- No es cierto...
- ¿Y como tu papá y yo, eh?
-Ustedes tampoco lo son.
-¿Cómo es que dices eso?
-Porque a veces, escondida en la escalera, veo como papá te pega y tu lloras. Y eso no es ser feliz mamá, que no lo es.
pues la indiferencia es aquel mal que carcome almas eso es ser infeliz ...
ResponderEliminarpaz . saludos
me ha gustado mucho, de una forma sutil has denunciado el asqueroso maltrato.
ResponderEliminarLa felicidad demasiado alejada para alcanzar con ojos morados y heridas amargas.
Un besito =)
me gustan los relatos que se convierten en conversaciones.
ResponderEliminarLo mejor será que la madre le diga al padre que se vaya a tomar.... viento fresquito, si señor.